miércoles, 3 de marzo de 2010

Anoche.

Anoche
luna gigante,
en otra cama.
Fluyen lacios los segundos
casi flotando en leche agria.

Entre suspiro y calada
se me aparecieron caprichosos
otra vez,
tus fantasmas.

Tu voz era extraña
como son las voces en los recuerdos,
tus ojos,
esos ojos!!!
mitad picardía
mitad avellana
ahora veneno
para mi bucólica alma.

Me preguntaron,
que recordaba
que sabía de ti
si tengo ya,
el corazón en calma.

El minutero indeciso
mi vigilaba
desde su cobriza plaza,
aunque fue anoche
desde el interior de su pequeño sol,
indeciso...me vigilaba.

No supe que responder
a tus caprichosos fantasmas,
pues
lo recuerdo todo,
se que no te conozco
y mi corazón amargo
ebrio de ausencia
jamas volverá
a estar en calma.

Aunque el minutero
implacable...
recupere su valentía
cuando anoche sea "aquella noche",
y habiendo caído
del calendario
no quede mas prueba
que este sucio poema
de sucias lineas,
de esa noche de luna gigante,
otra noche
de sucia pena.

Que se muera de una vez,
por favor
que se muera!!!
esta noche lastimera
y me arranque por fin!
el trocito que me resta.
Que se pierda para siempre,
donde moran todas
mis rabietas...

John.

No hay comentarios: