sábado, 7 de agosto de 2010

BIFURCACIÓN...


En esta vida de absolutos opuestos, hay una máxima que casi siempre se cumple: elegir siempre es perder.
Habrá quien piense, que la perdida viene dada, cuando no se elige. Esa es mi opinión al menos en lo que a la política se refiere. El silencio es complicidad, y ante determinadas situaciones siempre hay que tomar partido, pero no es ese el tema que me hace ponerme hoy ante el teclado.
Que difícil resulta en ocasiones, elegir entre dos situaciones, entre dos opciones, entre dos puertas. Además, cada una de estas elecciones, no nos situara si no en la antesala de otra duda. En mi convulsa mente, siempre caótica y desordenada, se pelean varias decisiones, que no siempre han sido opciones si no mas bien, imposiciones dadas por mis sentimientos mas convulsos aun si cabe que mis pensamientos.
Se que puede resultar difícil entender esta perogrullada, que no pretende ser si no un pequeño desahogo, una reflexión en voz alta. Pero igual de tortuoso me resulta a mi mismo, entender las señales que me envía el día a día. Dentro de mi complicadísima situación actual, tengo varias decisiones por tomar, que podrían dirigirme por muy distintos derroteros. ¿Qué quiero ser?, ¿Cómo quiero que sea mi vida?. ¿Realmente importa?, como cualquier persona, pensé que al llegar a determinada edad, mi futuro estaría mas o menos claro, y a estas alturas, sabría bien lo que soy y lo que debo hacer. Sin embargo, el futuro es especialmente incierto ultimamente, y aunque todo camino empieza con un solo paso, no se muy bien que calzado ponerme para tan importante caminata.
"El futuro es de los audaces", pero la única audacia que veo en mi vida, es aquella que contiene las paginas que día a día releo. Todo bien, conlleva cierto grado de mal, y girar a la izquierda, supone, perderse el camino que queda a la diestra.
También me pregunto, ¿hasta que punto, las elecciones que tomamos son libres?, siempre he sido un esclavo de mis sentimientos, cuando cabeza y corazón batallaban, siempre escuchaba a este ultimo. Pero, ¿qué ocurre cuando pelea el corazón contra el mismísimo alma?.
Es solo una pregunta lanzada al aire. No se si amo más las radiantes mañanas, o las plateadas sendas de mis noches.
En en casino cósmico de la vida, se me ha planteado una jugada a doble o nada, y no se si tengo fichas suficientes para respaldar la apuesta. Y lo que es más, me preocupa estar aceptando mis "treinta monedas de plata" particulares...
Decía Jim Morrison en su canción "End of the night", influenciado por un poema de William Blake: "Algunos han nacido para el dulce placer, algunos han nacido para la noche sin fin..."
¿Y si me estoy saltando mi casilla en este juego vital?.
Todo esto viene a significar, que estoy perdido, a pesar de las muchas manos que se me tienden.
A algunos nos gusta complicarnos para decir las cosas. Ya lo decía el señor Nietzche:
Así también yo caí de mi locura de verdad,
de mis anhelos de día,
cansado del día,enfermo de la luz,
hacia abajo,hacia el seno de la noche,
abrasado por una verdad y consumido por la sed;
_ ¿Recuerdas todavía,corazón ardiente,
cómo entonces te agobió la sed?
De ser un desterrado de toda verdad,
¡Nada más que payaso! ¡Nada más que poeta!